Diane Keaton, reconocida por su trabajo en películas como Annie Hall y El Padrino, murió a los 79 años.
La noticia generó conmoción en el mundo del cine, en parte debido a la reserva con la que manejó tanto su vida privada como sus problemas de salud. Aunque la causa de su deceso no ha sido revelada hasta el momento, Keaton había compartido detalles sobre enfermedades que enfrentó a lo largo de su vida. A los 21 años, fue diagnosticada con cáncer de piel, una condición que, según relató, tiene precedentes en su familia.
Décadas después de ese primer diagnóstico, la estrella enfrentó otro episodio de cáncer de piel, esta vez de células escamosas, para el que requirió dos cirugías. Los tratamientos sirvieron para que tomara conciencia sobre la necesidad de mantener hábitos de prevención y autocuidado.
Otra lucha en la vida de la artista fue un prolongado episodio de bulimia, que padeció en su juventud. Mientras trabajaba en un espectáculo de Broadway, le pidieron perder peso. Desde entonces, su relación con la alimentación se volvió problemática.
No solo luchó y se esforzó por un pápel en la escena, luchó en su vida y en los últimos días su salud se deterioró.