Una versión electropop del icónico himno de Ana Gabriel, “Simplemente Amigos”, transformado en un tema bailable y liberador. Johann Vera reinterpreta esta canción desde su propia experiencia queer, con una producción moderna, intensa y emocional.
Ideal para llorar bailando, para cantar a todo pulmón en un club o para sanar en la pista. Es vulnerable pero empoderada. Dolorosa, pero hecha para celebrar que sobreviviste al amor no correspondido.
Johann quería rendir homenaje a una canción que ha marcado generaciones dentro de la comunidad LGBTQ+, actualizándola con una estética que refleja cómo se vive el desamor hoy: con dolor, sí, pero también con música, libertad y fiesta.
La canción tiene un sonido retro-futurista que bebe del pop electrónico de los 90s y 2000s, y está diseñada para funcionar tanto en playlists de fiesta como en momentos más introspectivos.